El Comic en la Feria del Libro
Posters en las paredes, vendedores vestidos con remeras inscriptas de historietas, muñecos que
colgaban de los techos de los stands y fanáticos leyendo en voz alta las
viñetas, son algunos de los elementos centrales que abundan en el Mundo Comic
de la Feria del LIbro.
Las historietas argentinas, europeas, norteamericanas y
japonesas son sensación en la Feria del Libro, no solo por los stands con las
que cuentan (tanto editoriales como distribuidoras), sino también por la gran
cantidad de lectores a los que estas logran llegar. “Desde que empezaron a
salir las nuevas series de netflix y las películas de Marvel hay mucha más
convocatoria” comentó Darío Finolli, un antiguo vendedor perteneciente al stand
de A4 Editora, una editora y Club de Comic con una trayectoria de más de 20
años en el mercado.
“El comic llama la atención por las imágenes, por eso mucha
gente para en el stand a ver las tapas de los libros o los posters de las
paredes” expresó Cristian, quien
pertenece al personal de ventas de Distribuidora Plan T, quienes venden y
distribuyen comics clásicos argentinos, de DC, Marvel y de editoras españolas.
Según contó el vendedor, el público es variado. “Los más grandes generalmente
buscan ediciones más viejas o el comic moderno americano, y los más chicos lo
nuevo, lo que ven en las pelis y las series” dijo Cristian. Afirmó, que el
nuevo fenómeno que reúne grandes cantidades de gente en la feria es el comic “de manga”, al que también
llamamos animé o historieta japonesa, es un tema de interés común en muchos
adolescentes entre los 10 y los 16 años.
“Tenés que estar entrenado para encontrarle los puntos de
inflexión a la narrativa del comic, porque te aseguro que el nivel de narrativa
de una historieta es tan alto como el de cualquier otro género”, sostenía
Adrián Rodríguez, un fanático del género. “No hay que menospreciar al comic por
tener dibujos”, concluyó.
El personal de la mayoría de los stands concordó en que si bien en la feria siempre se vende mucho, este es un año “raro”, así lo llamaron algunos.
Están quienes dijeron que los primeros días de la feria estaban
demasiado tranquilos a comparación con años anteriores, pero que eso no mostró
una baja en las ventas; y quienes afirman que más allá de la poca convocatoria
del primer día, con el pasar del tiempo se fue normalizando la cantidad de
público que llegaba a los stands. Un factor del cual varios vendedores y
clientes también se quejaron fue de la suba del precio de los libros, lo que
hace que ya no sea tan común comprar más de un libro debido a sus costos
elevados.
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